(Seúl Corea 1959) Sus pinturas son como el rocío en una mañana de verano y la neblina que ha quedado luego de la lluvia. No representan la vida atareada de la gente, sino un espacio tranquilo que invita a la gente a reposar. Son como una película clásica con la que uno disfruta en un sábado por la tarde.